¡Saludos a todos! Estoy emocionado por embarcarme en esta nueva etapa donde planeo sumergirme en una serie de posts dedicados a las películas que marcaron mi amor por el cine mientras crecía. No tengo un número definido aún, dependerá completamente de cuántas ganas tenga de compartir estas historias. Además, considero hacer algo similar con las series, aunque aún estoy deliberando sobre ello.
La idea no es simplemente analizar las películas en sí, ya que es probable que hable más sobre aquellas que son reconocibles para cualquier persona, independientemente de su edad. Más bien, deseo compartir mis emociones al experimentarlas por primera vez y lo que significaron para mí.
Así que comencemos con una de mis favoritas: "Los Goonies". Estrenada en 1985, dirigida por Richard Donner y con un guión de Steven Spielberg y Chris Columbus, esta película nos llevó a una emocionante aventura junto a Mikey y sus amigos en busca del tesoro del pirata Willy el Tuerto y salvar la casa de los padres de Mikey de las garras del banco. Todo mientras la temible familia Fratelli les pisaba los talones en su intento por hacerse con el botín.
El elenco incluía nombres que ahora son muy reconocidos en el mundo del cine actual, como Sean Astin (el inolvidable Sam de "El Señor de los Anillos"), Josh Brolin (Thanos del MCU), Ke Huy Quan (recientemente de regreso en películas como "Everything Everywhere All At Once" y como el entrañable Ouroboros en la serie "Loki") y entre los malvados, Joe Pantoliano, conocido por su papel en "Matrix" y otros títulos conocidos.
A pesar de ser una película relativamente sencilla, incluso para su época, contó con un presupuesto interesante de alrededor de 19 millones de dólares en aquel entonces, comparado con los 28 millones de dólares de presupuesto de películas como "Indiana Jones". Pero lo que realmente la distinguía era esa chispa mágica del cine que, en mi opinión, a veces parece haberse desvanecido un poco con el tiempo.
Esta película, cuando la veías de niño, te transportaba a un mundo donde soñabas con ser un Goonie y salir con tus amigos en busca de tesoros. Recuerdo que después de verla, mi pandilla y yo, solíamos salir a las calles llenos de entusiasmo buscando nuestras propias aventuras y tesoros. Claro, aparte de las rodillas raspadas y las miradas de reprobación de nuestros padres por llegar a casa con la ropa hecha un desastre, nunca encontramos nada tangible, pero la emoción y la aventura era nuestro mayor tesoro.
En nuestro grupo siempre había un "Data", el joven inventor con sus artefactos improvisados que hacía con toda la ilusión. Nos encantaba ser creativos como él, aunque debo admitir que ninguno de nuestros inventos salió bien, más bien todo lo contrario.
"Los Goonies" es una película que dejó huella en mi infancia. Siempre la he apreciado enormemente, la he visto innumerables veces y siempre con esa sensación de ilusión que tenía de niño. A día de hoy, aún me emociono con la llegada del maravilloso Sloth para salvar la situación junto con Gordi, el chico al que todos se burlaban por ser el niño gordo del grupo. En esa época, siempre había un miembro, que solía ser el gordo, que era el blanco de las bromas y risas.
Recuerdo también que me llevó muchísimos años comprender el asunto del pulpo. Al final de la película, los niños hablaban con sus padres sobre sus aventuras y cómo se enfrentaron a un pulpo gigante, una escena que nadie vio en la versión estrenada en cines. Al principio parecía algo desconcertante, como si el niño estuviera borracho o algo. Sin embargo, con el tiempo se descubrió que la escena del pulpo realmente se filmó, pero se eliminó del montaje final, aunque se mantuvo la mención en el diálogo.
Lo que hizo especial a "Los Goonies" y a otras películas de ese estilo es que no eran solo entretenimiento. Fueron historias que hicieron volar mi imaginación y me introdujeron al mundo del cine. Todo lo que veía en pantalla era irreal, imposible, pero al mismo tiempo, la inocencia propia de la infancia y los desafíos que se presentaban en aquel entonces, en lugar de recurrir al CGI, me dejaban hipnotizado ante la pantalla.
Siempre tuve el sueño de ser director de cine, aunque spoiler, nunca se hizo realidad. Y en gran medida, películas como "Los Goonies" y gran parte de la filmografía de Spielberg contribuyeron a ese sueño. Lo menciono ahora porque sé que hablaré mucho sobre él en futuros artículos de esta serie, así que desde ya pido disculpas por adelantado.
A menudo se habla sobre reunir el elenco original y hacer una secuela, algo que personalmente espero que nunca suceda, aunque, claro está, la vería. Sin embargo, siento que cada cosa tiene su momento, y "Los Goonies" tuvieron su momento en el pasado. Hemos visto lo que ha ocurrido con otras películas o series que han sido revividas puramente por nostalgia.
Bueno, por ahora dejaremos la conversación aquí, pero no sin recordarles a todos que "¡Un Goonie nunca dice muerto!"
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